martes, 5 de julio de 2011
SED
Tras el oxido de la infamia
Un místico sonoro llanto
Inundado de miseria y pobreza
No era tanto
El frio de la noche oscura
Ni el día largo
La necesidad como agua impura
Cosecha la tormenta
Y envenena el alma pura,
Desbordando en silencio la justicia
Como la luz de una armadura
Voz cálida y piadosa, fuerte y ruda
Entre el viento ascendente sopla
El abandono y el olvido
Iracundo alarido
Levantado grito
¡Justicia! luz hermosura,
Patria mía…
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