Caminando por largos senderos donde solo veía grandes hojas verdes, tallos negros altos y la punta de un fusil que se mesia lado a lado mientras descansaba sobre el lomo de el soldado de adelante, mis piernas en ellas unas botas sucias negras que nunca había visto, rostros paliduchos que carcomían las esperanzas de los compañeros, reflejando los sufrimientos y angustias, soldados hambrientos dejaban ver en silencio el esfuerzo por avanzar , Así pasaron largas jornadas y mis botas para entonces ya se atrasaban por doquier sobre la tierra en medio del pasto, como si mil kilómetros hubiéramos caminado, de mi cara goteaban enormes vasos de agua y no parábamos a descansar, se hacían ya largas horas, el pesado aire entraba y salía como huyendo de mis pulmones, mi hombro rojo inclinado por un arma aka 47 que nunca había ni tocado y para entonces pesaba más que yo mismo, en mi espalda un bolso verde a medio recogido, apretado como si el aire y el agua le tuvieren que pedir permiso para abordar, no sabía ni que había por dentro, como casi amaneciendo, un compañero anunciaba, llegamos y no había terminado la palabra cuando a lado y lado aparecieron rostros similares, algunos con botas negras de caucho y otros militares, y como una especie de fila desordenada íbamos adentrándonos entre ellos, que al parecer eran más o menos la cantidad similar a nosotros, una agua de panela y un pesado de pan duro eran un manjar en ese momento, arroje a un lado mi fusil y el maletín y me dedique al suculento descanso, pero antes como perro hambriento devore ese pan tosco y duro pero delicioso y esa agua de panela como si fuese cualquier gaseosa de ciudad , no había energía, tan solo la luz que apenas comenzaba arrojar su aviso que ya estaba amaneciendo, estire los pies y cerré los ojos. Sea delineado un mundo del que no tenía idea de su existencia, hasta ayer donde cada imagen me resulto un completo, otra vez caminando pero en medio de una carretera con unos zapatos casi rotos ,las raspaduras mostraban lo viejo que eran, una camisa como dos tayas más que la mía, un pantalón café sucio y de tela barata que no conjugaba con la vieja camisa, que de no ser por un cinturón este que traía la hebilla oxidada, bastaba con dos pasos para tenerlos en las rodillas, no sabía mi destino pero sin embargo miraba atrás por si un automóvil pasaba para sacarle la mano , ahí fue cuando note que entre dos bolsillos traían algo, deje deslizar mis manos, en medio de ellos un una bolsa como de color azul y blanco amarradas en la punta por un caucho, dejaban ver un manojo de billetes apenas pude apreciar mi rostro y una sonrisa se dibujaba entre mis labios y asombrado y sin respuestas de donde avían salido, solo solté la risa y revise el otro, y lo mismo era una buena cantidad, había dado ya tres pasos y sentí que había ya gastado todo, junto con mis neuronas, no sabía cuánto dinero era pero era bastante, ya no quería parar un carro y creo que pasaron como tres, por temor no quise, ahora solo pensaba en un teléfono para llamar un taxi o una camioneta para que me recogiera, al instante recordé que cargaba un bolso y de una lo arroje en medio de esa carretera destapada en medio de la tierra a ver si daba con la fortuna de hallar mas dinero, que desilusión me dio, cuando abriendo el broche se veía mi portátil y tres pantalones dos camisas y una toalla eran las únicas pertenencias, sin embargo cerré el broche y seguí adelante, no se cuanto tiempo paso pero al parecer descubrí que con plata no me daba hambre sin embargo donde hubiere visto una tienda la hubiera devorado toda, a unos quinientos metros visualizaba sobre una recta en la carreta como gente, supuse que eran campesinos y podían orientarme así que apresure el paso, sin embargo cuando más me acercaba más clara era la imagen , un pelotón de soldados sobre un puente en medio de un reten, no me pareció problema para mí y seguí, -para donde va pregunto un soldado, era del ejército de Colombia,- y respondí ,para la casa soy de Neiva –y que hace usted por acá déjeme ver sus papeles insistió … no respondí y no me pareció obstáculo buscar en medio de mi billetera mi cedula, se la pase y él soldado se aparto, no habían pasado diez minutos cuando a mi espalda se pararon tres soldados y de regreso el soldado que tenía mi cedula diciendo con voz hiriente y fuerte dejando ver un tono de ira – y la creía fácil no maricon guerrillero , yo me quede asombrado y le respondí que se estaba equivocando, para entonces mi rostro daba un giro y la preocupación me abordaba el aire se movía despacio y aun sin saber donde andaba mire así los lados y el brazo de uno de los soldados de atrás me cogió la maleta , y mi única reacción fue hacerme a un lado ellos, alzaron sus rifles a la altura de mis ojos y hay si supe que era miedo, para entonces no estaba esposado y ellos aun no me habían requisado solo me gritaban –quieto arrójese al suelo, asustado y temeroso echaba hacia atrás asta tropezar con la baranda del puente mire atrás y un rio dejaba ver su caudal en medio de la altura, mientras se acercaban los soldados con el rifle apuntado no pensé y me arroje de espaldas ,el agua me arrastro unos kilómetros y a la orilla fui a dar, al ponerme de pie corrí como loco y sin saber por qué, no pensaba, mi estudio en el derecho me había abandonado, por que no había pensado en él para entonces, por mis neuronas solo pasaban en la astucia de escapar, después de correr por la orilla rio abajo encontré un caño por donde salía agua negra y parecía vomito, creo que tuve que haber dejado hay medio intestino o por lo menos el atún y los huevos revueltos que me había hecho una muchacha que creo se llamaba Tania, esos que hasta sin sal y acompañados de pura agüita, hay quedo todo, al pasar los minutos sentí unos pasos como en marcha y me adentre al fondo del cañón, mi pantalón mojado mis zapatos rodeados de una sustancia como barro y no quise en ese momento ni tocar y menos imaginar si era o no barro preferí intentar engañar mi mente al fondo una cuneta sin salida y con el agua hasta un poco más arriba de las rodillas me senté y intente esconderme, eran tres soldados y una mujer que decía ese hp no se nos pudo escapar el anda por acá sigamos, con mi cabeza sumergida dentro del agua no podía escuchar mucho, lo que si me dio descanso fue que dieron la espalda y se marcharon, al pasar unos minutos entraron corriendo 3 campesinos se le notaba por la vestimenta y muy asustados creo que igual o más que andaba yo, nunca los había visto y les pregunte -que paso?, uno respondió- están buscando gente para subirla a un camión creo que están buscando guerreros y a nosotros casi nos suben toco que salir corriendo no había terminado cuando detrás unas sombras cortaban el sonido del agua, entre nosotros en miedo y el silencio eran los aliados y cuando cinco soldados aparecieron diciendo- ratas hijueputas ratas las vamos a matar acá- ya perros, salgan a ver, ahora si no son machitos salgan volvía a gritar otro soldado mis labios que en otras ocasiones hubieran contestado el temor los paralizaban , no era el frio ni el olor nauseabundo pero brincaban el uno y el otro creo mis rodillas entunadas como si el agua convirtiese en cemento me encontraba pegado al piso, un soldado me agarro por arriba de la camisa y me dio un puntapié empujándome asía la salida apenas mi musculo del muslo izquierdo sintió su bota de una me pare y como un perro de casa obedeciendo a todo, así uno tras de otro de los que nos encontrábamos en ese cañón a empujones íbamos saliendo, al salir note que el cañón no era tan profundo como creía , apenas unos tres metros y yo pensaba que había estado dentro de algo realmente muchos metros más profundo, tanto que llegue a pensar en que por ese cañón podía llegar a mi casa, , luego de ahí nos dirigieron hacia el camión, ya arriba habían unos cinco mas, todos nos mirábamos y nadie decía nada, creo que no era el más asustado muchos de ellos se notaba lo analfabetas y sus manos de trabajadores de la tierra, afuera del camión la cara de los soldados reflejaban alegría y sus labios mostraban una engalanada y cruel sonrisa llegamos a la ciudad capital, y nos encerraron en celdas de cuatro personas, fue a las 24 horas después cuando volví a sentir el palpito del trabajar de mis neuronas, sentir como abogado en ansia de justicia, conocedor de la grosería, me dirigí a llamar respetuosamente al policía que para entonces nos cuidaba a unos escasos cien metros, se acerco -le dije compa, se rio y respondió – que! es que se le olvido que era guerrillero, - yo aludí hermano yo tengo derechos mire déjeme llamar a mi familia yo soy abogado, y respondió –mmmm… bueno salga a ver, pero una sola llamada oyó aludió, el único numero que me sabía de memoria era el de mi madre y llame no contestaba, sentía que el mundo se desvanecía entre ese instante, mis pensamientos robaban entre números que no recordaba sin teléfono sin agenda no sabía a quién llamar deje deslizar mis dedos entre el teléfono y marque al otro lado de la bocina se escucho un hola de una voz tosca y gruesa que seme hacía familiar, mi papa.. No lo deje hablar y lo aborde de una diciéndole viejo estoy detenido y no se porque me acusan venga, el viejo como entre extrañado y molesto me dijo donde esta, fue hay en donde recordé que no sabía ni donde estaba parado, y pregunte rápidamente, gire al mirar al tipo de la celda que estaba a pocos pasos me respondió esta en los calabozos de la fiscalía, creo que mi padre alcanzo a escuchar y dijo allá, ya le caigo, Colgué y el policía me tomo entre el brazo y me dirijo de nuevo a la celda pequeña donde me acompañaban los campesinos y un señor mas que me preguntaba que si yo era guerrero y yo respondía que no, luego llego mi papa y me dejaron verlo sus lagrimas dejaban notar la tristeza y me decía como asustado creo que mucho más que yo, y muy extrañado y me preguntaba -que fue lo que paso? Y yo callado… le respondía- no se viejo no sé, luego añadió - si ve huevon ahora en lo que anda metido esta jodido, en ese momento sentí como si el ego y los recuerdos hubieran nacido de nuevo, fue cuando recordé que apenas estaba terminando derecho y que era un estudiante que estaba en mi cama y que había dejado le computador prendido…un descanso enluto mi cuerpo volviéndome el director, productor y editor del oscuro sueño, no desperdicie momentos y de una abrí los ojos…ufff Creo que abrase a mi almohada como mi única compañía y mi corazón como si hubiera renacido corría a salírseme, me levante dirigiéndome hacia el espejo del cuarto, tenía un par de lagañas en los ojos y el cabello destrozado en el rostro una marca por las sabanas y por la almohada, como sin creerlo y tan real sentía como el cuerpo pesado, me senté al borde de la mi cama y note que el computador ya se había descargado lo conecte y abrió una página de Works y me senté a escribir analizando todo absolutamente todo, inicie el dando puntadas de lo afortunado que era , enseguida el estomago me hizo un giño y me desprendí del computador, me prepare un sandwich con un jugo de lulo y un par de hielos que como barcos nadaban dentro del bazo, luego de comer seguí en lo que estaba, y le di un giro comenzando por mí, el temor, el miedo, la cobardía, la impericia en medio del climas del borde de delirio, de lo inmaduro no me había dejado de ver mas allá de mis narices como una persona lleno de mascaras como cualquier otra dejando las vestimentas entendiendo quien era y hasta donde podía llegar , fue ahí donde reflexione de quien eran estas personas, uno en medio de lujos de camas de colchones del amor de los queridos de las amistades estas a un que no sean verdaderas, de las cosas materiales y con un amplio camino por recorrer, dibujando el otro lado de la moneda, los rostros del sueño quizá no eran ajenos a los que hoy inundan las filas de los ejércitos revolucionarios, ellos que nada tienen que no mucho les pagan lejos de saber si conocer entre sus diccionarios la palabra dignidad, sin oportunidades, sin tierra para trabajar que es lo único que saben y ya acostumbrados a el olor del hambre y el abrigo de las balas de la mano de la esperanza y convencidos de hacer lo bien para su país sin pensar en ellos solo recibiendo ordenes por la búsqueda de un cambio justo con las botas enlutadas y entre las manos un oxidado y viejo fusil día a día se levantan de una cama de guadua y muchos del colchón de la tierra tan solo cobijados por un pedazo de plástico y su diversión una caja de domino y unas cartas, luego gire la mirada asía el otro extremo una pensión a los veinte años al servicio , con posibilidades de estudio, prestamos , casa, mejores uniformes, con clubes para la diversión, juzgado por ellos mismos y por cometer delitos que producen sentencias risorias, siendo llevados a paraísos carcelarios , es donde me pregunte de parte de quien habría que estar….Caminando por largos senderos donde solo veía grandes hojas verdes, tallos negros altos y la punta de un fusil que se mesia lado a lado mientras descansaba sobre el lomo de el soldado de adelante, mis piernas en ellas unas botas sucias negras que nunca había visto, rostros paliduchos que carcomían las esperanzas de los compañeros, reflejando los sufrimientos y angustias, soldados hambrientos dejaban ver en silencio el esfuerzo por avanzar , Así pasaron largas jornadas y mis botas para entonces ya se atrasaban por doquier sobre la tierra en medio del pasto, como si mil kilómetros hubiéramos caminado, de mi cara goteaban enormes vasos de agua y no parábamos a descansar, se hacían ya largas horas, el pesado aire entraba y salía como huyendo de mis pulmones, mi hombro rojo inclinado por un arma aka 47 que nunca había ni tocado y para entonces pesaba más que yo mismo, en mi espalda un bolso verde a medio recogido, apretado como si el aire y el agua le tuvieren que pedir permiso para abordar, no sabía ni que había por dentro, como casi amaneciendo, un compañero anunciaba, llegamos y no había terminado la palabra cuando a lado y lado aparecieron rostros similares, algunos con botas negras de caucho y otros militares, y como una especie de fila desordenada íbamos adentrándonos entre ellos, que al parecer eran más o menos la cantidad similar a nosotros, una agua de panela y un pesado de pan duro eran un manjar en ese momento, arroje a un lado mi fusil y el maletín y me dedique al suculento descanso, pero antes como perro hambriento devore ese pan tosco y duro pero delicioso y esa agua de panela como si fuese cualquier gaseosa de ciudad , no había energía, tan solo la luz que apenas comenzaba arrojar su aviso que ya estaba amaneciendo, estire los pies y cerré los ojos. Sea delineado un mundo del que no tenía idea de su existencia, hasta ayer donde cada imagen me resulto un completo, otra vez caminando pero en medio de una carretera con unos zapatos casi rotos ,las raspaduras mostraban lo viejo que eran, una camisa como dos tayas más que la mía, un pantalón café sucio y de tela barata que no conjugaba con la vieja camisa, que de no ser por un cinturón este que traía la hebilla oxidada, bastaba con dos pasos para tenerlos en las rodillas, no sabía mi destino pero sin embargo miraba atrás por si un automóvil pasaba para sacarle la mano , ahí fue cuando note que entre dos bolsillos traían algo, deje deslizar mis manos, en medio de ellos un una bolsa como de color azul y blanco amarradas en la punta por un caucho, dejaban ver un manojo de billetes apenas pude apreciar mi rostro y una sonrisa se dibujaba entre mis labios y asombrado y sin respuestas de donde avían salido, solo solté la risa y revise el otro, y lo mismo era una buena cantidad, había dado ya tres pasos y sentí que había ya gastado todo, junto con mis neuronas, no sabía cuánto dinero era pero era bastante, ya no quería parar un carro y creo que pasaron como tres, por temor no quise, ahora solo pensaba en un teléfono para llamar un taxi o una camioneta para que me recogiera, al instante recordé que cargaba un bolso y de una lo arroje en medio de esa carretera destapada en medio de la tierra a ver si daba con la fortuna de hallar mas dinero, que desilusión me dio, cuando abriendo el broche se veía mi portátil y tres pantalones dos camisas y una toalla eran las únicas pertenencias, sin embargo cerré el broche y seguí adelante, no se cuanto tiempo paso pero al parecer descubrí que con plata no me daba hambre sin embargo donde hubiere visto una tienda la hubiera devorado toda, a unos quinientos metros visualizaba sobre una recta en la carreta como gente, supuse que eran campesinos y podían orientarme así que apresure el paso, sin embargo cuando más me acercaba más clara era la imagen , un pelotón de soldados sobre un puente en medio de un reten, no me pareció problema para mí y seguí, -para donde va pregunto un soldado, era del ejército de Colombia,- y respondí ,para la casa soy de Neiva –y que hace usted por acá déjeme ver sus papeles insistió … no respondí y no me pareció obstáculo buscar en medio de mi billetera mi cedula, se la pase y él soldado se aparto, no habían pasado diez minutos cuando a mi espalda se pararon tres soldados y de regreso el soldado que tenía mi cedula diciendo con voz hiriente y fuerte dejando ver un tono de ira – y la creía fácil no maricon guerrillero , yo me quede asombrado y le respondí que se estaba equivocando, para entonces mi rostro daba un giro y la preocupación me abordaba el aire se movía despacio y aun sin saber donde andaba mire así los lados y el brazo de uno de los soldados de atrás me cogió la maleta , y mi única reacción fue hacerme a un lado ellos, alzaron sus rifles a la altura de mis ojos y hay si supe que era miedo, para entonces no estaba esposado y ellos aun no me habían requisado solo me gritaban –quieto arrójese al suelo, asustado y temeroso echaba hacia atrás asta tropezar con la baranda del puente mire atrás y un rio dejaba ver su caudal en medio de la altura, mientras se acercaban los soldados con el rifle apuntado no pensé y me arroje de espaldas ,el agua me arrastro unos kilómetros y a la orilla fui a dar, al ponerme de pie corrí como loco y sin saber por qué, no pensaba, mi estudio en el derecho me había abandonado, por que no había pensado en él para entonces, por mis neuronas solo pasaban en la astucia de escapar, después de correr por la orilla rio abajo encontré un caño por donde salía agua negra y parecía vomito, creo que tuve que haber dejado hay medio intestino o por lo menos el atún y los huevos revueltos que me había hecho una muchacha que creo se llamaba Tania, esos que hasta sin sal y acompañados de pura agüita, hay quedo todo, al pasar los minutos sentí unos pasos como en marcha y me adentre al fondo del cañón, mi pantalón mojado mis zapatos rodeados de una sustancia como barro y no quise en ese momento ni tocar y menos imaginar si era o no barro preferí intentar engañar mi mente al fondo una cuneta sin salida y con el agua hasta un poco más arriba de las rodillas me senté y intente esconderme, eran tres soldados y una mujer que decía ese hp no se nos pudo escapar el anda por acá sigamos, con mi cabeza sumergida dentro del agua no podía escuchar mucho, lo que si me dio descanso fue que dieron la espalda y se marcharon, al pasar unos minutos entraron corriendo 3 campesinos se le notaba por la vestimenta y muy asustados creo que igual o más que andaba yo, nunca los había visto y les pregunte -que paso?, uno respondió- están buscando gente para subirla a un camión creo que están buscando guerreros y a nosotros casi nos suben toco que salir corriendo no había terminado cuando detrás unas sombras cortaban el sonido del agua, entre nosotros en miedo y el silencio eran los aliados y cuando cinco soldados aparecieron diciendo- ratas hijueputas ratas las vamos a matar acá- ya perros, salgan a ver, ahora si no son machitos salgan volvía a gritar otro soldado mis labios que en otras ocasiones hubieran contestado el temor los paralizaban , no era el frio ni el olor nauseabundo pero brincaban el uno y el otro creo mis rodillas entunadas como si el agua convirtiese en cemento me encontraba pegado al piso, un soldado me agarro por arriba de la camisa y me dio un puntapié empujándome asía la salida apenas mi musculo del muslo izquierdo sintió su bota de una me pare y como un perro de casa obedeciendo a todo, así uno tras de otro de los que nos encontrábamos en ese cañón a empujones íbamos saliendo, al salir note que el cañón no era tan profundo como creía , apenas unos tres metros y yo pensaba que había estado dentro de algo realmente muchos metros más profundo, tanto que llegue a pensar en que por ese cañón podía llegar a mi casa, , luego de ahí nos dirigieron hacia el camión, ya arriba habían unos cinco mas, todos nos mirábamos y nadie decía nada, creo que no era el más asustado muchos de ellos se notaba lo analfabetas y sus manos de trabajadores de la tierra, afuera del camión la cara de los soldados reflejaban alegría y sus labios mostraban una engalanada y cruel sonrisa llegamos a la ciudad capital, y nos encerraron en celdas de cuatro personas, fue a las 24 horas después cuando volví a sentir el palpito del trabajar de mis neuronas, sentir como abogado en ansia de justicia, conocedor de la grosería, me dirigí a llamar respetuosamente al policía que para entonces nos cuidaba a unos escasos cien metros, se acerco -le dije compa, se rio y respondió – que! es que se le olvido que era guerrillero, - yo aludí hermano yo tengo derechos mire déjeme llamar a mi familia yo soy abogado, y respondió –mmmm… bueno salga a ver, pero una sola llamada oyó aludió, el único numero que me sabía de memoria era el de mi madre y llame no contestaba, sentía que el mundo se desvanecía entre ese instante, mis pensamientos robaban entre números que no recordaba sin teléfono sin agenda no sabía a quién llamar deje deslizar mis dedos entre el teléfono y marque al otro lado de la bocina se escucho un hola de una voz tosca y gruesa que seme hacía familiar, mi papa.. No lo deje hablar y lo aborde de una diciéndole viejo estoy detenido y no se porque me acusan venga, el viejo como entre extrañado y molesto me dijo donde esta, fue hay en donde recordé que no sabía ni donde estaba parado, y pregunte rápidamente, gire al mirar al tipo de la celda que estaba a pocos pasos me respondió esta en los calabozos de la fiscalía, creo que mi padre alcanzo a escuchar y dijo allá, ya le caigo, Colgué y el policía me tomo entre el brazo y me dirijo de nuevo a la celda pequeña donde me acompañaban los campesinos y un señor mas que me preguntaba que si yo era guerrero y yo respondía que no, luego llego mi papa y me dejaron verlo sus lagrimas dejaban notar la tristeza y me decía como asustado creo que mucho más que yo, y muy extrañado y me preguntaba -que fue lo que paso? Y yo callado… le respondía- no se viejo no sé, luego añadió - si ve huevon ahora en lo que anda metido esta jodido, en ese momento sentí como si el ego y los recuerdos hubieran nacido de nuevo, fue cuando recordé que apenas estaba terminando derecho y que era un estudiante que estaba en mi cama y que había dejado le computador prendido…un descanso enluto mi cuerpo volviéndome el director, productor y editor del oscuro sueño, no desperdicie momentos y de una abrí los ojos…ufff Creo que abrase a mi almohada como mi única compañía y mi corazón como si hubiera renacido corría a salírseme, me levante dirigiéndome hacia el espejo del cuarto, tenía un par de lagañas en los ojos y el cabello destrozado en el rostro una marca por las sabanas y por la almohada, como sin creerlo y tan real sentía como el cuerpo pesado, me senté al borde de la mi cama y note que el computador ya se había descargado lo conecte y abrió una página de Works y me senté a escribir analizando todo absolutamente todo, inicie el dando puntadas de lo afortunado que era , enseguida el estomago me hizo un giño y me desprendí del computador, me prepare un sandwich con un jugo de lulo y un par de hielos que como barcos nadaban dentro del bazo, luego de comer seguí en lo que estaba, y le di un giro comenzando por mí, el temor, el miedo, la cobardía, la impericia en medio del climas del borde de delirio, de lo inmaduro no me había dejado de ver mas allá de mis narices como una persona lleno de mascaras como cualquier otra dejando las vestimentas entendiendo quien era y hasta donde podía llegar , fue ahí donde reflexione de quien eran estas personas, uno en medio de lujos de camas de colchones del amor de los queridos de las amistades estas a un que no sean verdaderas, de las cosas materiales y con un amplio camino por recorrer, dibujando el otro lado de la moneda, los rostros del sueño quizá no eran ajenos a los que hoy inundan las filas de los ejércitos revolucionarios, ellos que nada tienen que no mucho les pagan lejos de saber si conocer entre sus diccionarios la palabra dignidad, sin oportunidades, sin tierra para trabajar que es lo único que saben y ya acostumbrados a el olor del hambre y el abrigo de las balas de la mano de la esperanza y convencidos de hacer lo bien para su país sin pensar en ellos solo recibiendo ordenes por la búsqueda de un cambio justo con las botas enlutadas y entre las manos un oxidado y viejo fusil día a día se levantan de una cama de guadua y muchos del colchón de la tierra tan solo cobijados por un pedazo de plástico y su diversión una caja de domino y unas cartas, luego gire la mirada asía el otro extremo una pensión a los veinte años al servicio , con posibilidades de estudio, prestamos , casa, mejores uniformes, con clubes para la diversión, juzgado por ellos mismos y por cometer delitos que producen sentencias risorias, siendo llevados a paraísos carcelarios , es donde me pregunte de parte de quien habría que estar….